Delicia del bar La Espiga
Pintxo de anchoas del cantábrico en salazón colocadas sobre tosta de pan, cubiertas de una vinagreta de clara de huevo, cebolla y perejil, y culminadas con huevo cocido y mahonesa.
La Espiga
Abrió sus puertas en noviembre de 1928, en el centro de la ciudad, de la mano de Jesús Castro y María Luisa San Martín. Actualmente regentado por la tercera generación. Local muy apreciado por los donostiarras. Cocina de corte tradicional, de temporada. Pintxos sencillos pero de una factura excelente. Hechos al momento.